En el
interior: masa de todos los sabores, desde chocolate hasta almendradas
o frutales.
Las siguientes son ideas para clima cálido.
El ponqué de novia, a través de los años, se ha convertido en un símbolo en toda clase de boda. Cada cultura lo incorporó a su celebración matrimonial y le agregó algún significado propio de su pueblo.
Durante mucho tiempo, el ponqué se realizaba con la masa
tradicional de novia, la cual se comenzaba a preparar con tres meses de
anticipación como mínimo. Sin demeritar su excelente textura y sabor, esta
clase de ponqués no dejan de ser un poco empalagosos y pesados para digestiones
sensibles. Tal vez pensando en ello, los expertos pasteleros comenzaron a
modificar algunas recetas e incluso a tomar otros rumbos hacia sabores y
presentaciones menos fuertes pero llenas de color. Precisamente, desde hace
unos años, la introducción del chocolate, las frutas, el arequipe, la crema
batida, etc., ha tenido un éxito arrollador.
Para los más lanzados, los estilos orientales, los coloridos
y las fiestas temáticas tienen mucha relación con la clase de ponqué.
Igualmente, las mesas de postres se han convertido en todo un espectáculo tanto
para los ojos como para el paladar. Las posibilidades de elección van desde el
clásico ponqué de pastillaje blanco de varios pisos, hasta la combinación de
sabores y colores, formas originales, adornos de chocolate o flores naturales
que le darán a este plato un toque especial y único. Otra forma de
personalizarlo es mediante los famosos monogramas con las iniciales de los
novios, tendencia que está nuevamente en furor.
En la planeación de los cientos de detalles de un matrimonio, pocas labores son tan placenteras como la de escoger la torta para la boda, una deliciosa decisión para añadir a la larga lista. Puesto que lo ideal es que ordene la torta seis meses antes de la boda, es mejor iniciar la búsqueda de lo que le gustaría poco después de definir tanto el sitio para la recepción como el estilo que va a tener la fiesta. Para escoger el tipo de ponqué que quiere, busque inspiración en revistas, fotografías o en Internet. Y para que no se disperse, escoja los que más le gusten y decida el sabor que desearía paladear.
Conviene recordar la alternativa de la maqueta del ponqué, la cual se hace sobre una base de icopor y se trabaja el exterior. Esta maqueta se deja a la vista de los invitados durante la recepción y se retira únicamente cuando llega el momento de servir el ponqué verdadero, situado en la zona de cocinas y consistente en un solo piso en forma rectangular y adornado únicamente por una delgada capa de pastillaje liso.
Dada la gran oferta y el gusto de los organizadores, es preciso obrar con agilidad en este ema, pues la preparación toma tiempo; además, si se opta por la masa tradicional de bodas, esta debe dejarse conservar en vino durante algún tiempo, así como las frutas, que se remojan en jugos frutales durante otro tanto (se puede hablar de dos o tres meses de preparación previa). La cubierta es el toque visual impactante que describe el estilo de los anfitriones; por tanto, es un conjunto Interesante si la decoración es acorde con el tema general del evento en cuanto a color y adornos. Si va a ofrecer un almuerzo o una cena, es mejor dar el ponqué de postre que de entrada: recuerde que el dulce antes de las comidas reduce el apetito de los comensales, lo que puede opacar la degustación del menú.
Por otra parte, es importante tener en cuenta que para acompañar el ponqué de novia lo mejor es el champaña dulce; el amargo o seco está bien para el brindis de bienvenida.
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