domingo, 7 de julio de 2013

BODAS DE AZÚCAR - PONQUÉS PARA CLIMA FRÍO

Algunos Simbolismos

  • El momento en que se corta el ponqué marca el principio de la vida juntos para los recién casados. Adquirió notoriedad en Europa durante el siglo XIX.

  • El novio pone su mano derecha sobre la de la novia para guiarla en el primer corte, en referencia a una antigua creencia según la cual la mujer estaba bajo el dominio de su esposo.

  • La superstición obliga a que la novia corte el primer pedazo, pues ella llevará todos los asuntos de su nueva casa, será la encargada de mantener el hogar confortable y preparará los alimentos.

  • El novio da de comer a la novia, y ella a su turno le da de comer a él. Esta tajada de ponqué compartida simboliza la primera comida juntos.


Una Historia con Sabor 

En las primeras décadas del siglo XX, los inmigrantes europeos llevaron consigo esta antigua tradición a los Estados Unidos, y de allí se popularizó a todo el continente americano, convirtiéndose en una costumbre vigente hasta nuestros días. El ponqué de bodas es considerado un símbolo de fertilidad, abundancia y esperanza de que la unión de los novios sea muy próspera.

En algunos países todavía se obsequia una pequeña porción de ponque como agradecimiento a los invitados, pero en forma refinada, envuelta en fino papel y colocada dentro de una cajita bellamente decorada con cintas y marcada con las iniciales de los novios. Otros dulces pueden utilizarse como presentes Los italianos, por ejemplo, obsequian los Bacci o chocolates Hershey Kisses envueltos en papel plateado. Igualmente, obsequiar almendras ha cobrado mucha fuerza. Estos frutos, debido a su sabor, simbolizan lo dulce y amargo del matrimonio. 

Antiguamente se obsequiaban cinco almendras, cuyo significado era salud, riqueza, felicidad, longevidad y fertilidad. Actualmente se brindan dos almendras más, de colores azul y rosado, que simbolizan al novio y a la novia. Estas se presentan envueltas en tul dentro de piezas de cerámica o cristal. 

También se ha generalizado la costumbre de hornear galletas finas con el monograma de los novios, las cuales se colocan como parte de la decoración en las mesas de la recepción.


Antes de decidir...

Recorran las diferentes pastele­rías, hablen con los expertos, prueben muchas opciones antes de escoger y encarguen con tiempo.

Para esta misión es importante destinar un día completo, pues es fundamental que los dos se tomen su tiempo y prueben todas las opciones que ofrecen los lugares elegidos.

Si se deciden por el tradicional ponquo de bodas, mándenlo hacer con varios meses de anticipación, pues este debe bañarse en vino varias veces y el proceso reguiere tiempo para obtener un inmejorable resultado. 

También necesitan tener en cuenta el número de invitados para que la preparación sea exacta. Por lo general, una libra es suficiente para 35 porciones.



Cómo elegir el mejor

El pastelero que escoja también debe ser un experto en pastillaje, cremas y decoración. Una vez se haya decidido por un diseño y un sabor, compruebe que todas las instrucciones estén consignadas en el contrato que firma con el diseñador o el pastelero, junto con la suma que haya acordado con él. 

Es necesario anotar que, de forma similar a como se cobra el banquete, la tarifa del pastelero para el ponqué es por libras. Por lo general, se deja un abono del 50% del valor total cuando se firma el contrato, y el saldo se paga algunos días antes de la boda o al recibir el ponqué. 

Una forma de ahorrar dinero es ordenar una maqueta de tamaño menor que se exhibe en la recepción y preparar una torta grande que permanece en la cocina; esta última no necesita de­coración elaborada y puede servirse más rápidamente.

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